lunes, 19 de septiembre de 2011

Para el Cruzado, un tropezón no es CAIda

ARGENTINO A
Maipú fue muy superior pero perdió ante la CAI (1-0) y dejó su invicto.
Para el Cruzado, un tropezón no es CAIda
Masticando bronca, mucha bronca. Así recorrerá el Deportivo Maipú los casi 1900 kilómetros que separan Comodoro Rivadavia de la Ciudad de Mendoza. Es que de manera muy injusta, el “Superdepor” dejó su invicto en tierras patagónicas ante la CAI, al caer por 1-0.

Como si fuese una radiografía del partido con Deportivo Guaymallén por la Copa Argentina,el conjunto del “Gringo” Sperdutti fue quien controló los hilos del juego, fue quien comandó las acciones, fue quien pisó más veces el área rival, pero fue quien se quedó con las manos vacías. Es tan similar al juego contra el Cacique del Rodeo de la Cruz, que el resultado final es idéntico: 1-0.

Mucho tuvo que ver en el score final el árbitro neuquino Gustavo Corsini, quien en el primer tiempo le anuló un gol olímpico a Rodrigo Zapata, por un supuesto empujón de Juan Palandri al delantero Nicolás Buba. Grave error del Colegiado que a la postre fue decisivo.

Pero más allá de la falla arbitral, el Cruzado volvió a padecer su escasa efectividad, ya que tuvo varias situaciones para derrotar al portero Nanni, pero por deficiencias propias nunca pudo vulnerarlo.

Lo tuvo el flaco David Quiroga en dos oportunidades, pero ambas se lució el arquero de la CAI. También el Chapa Zapata intentó sacar provecho desde su buena pegada pero el viento le jugó una mala pasada y el balón se fue por arriba del travesaño.

Sin embargo, la más clara para   el elenco mendocino surgió en el segundo tiempo desde los pies de Ramiro Vélez, quien ingresando al área sacó un sablazo tremendo que se estrelló en el poste. Increíble.

La defensa de la CAI se mostraba débil por todos los sectores, por esta razón, Carlos Sperdutti volvió a apostar por Lucas Gamba y el ex Independiente en la primera que tuvo, la bajó de pecho dentro del área y definió defectuosamente. La pelota no quería entrar.

Y como si fuera un cuento de brujas, el volante creativo Javier Bustamante de la Comisión de Actividades Infantiles, recibió de espalda al arco, dominó el balón y sacó un remate de 35 metros que se metió en el ángulo de Leo Díaz. Inatajable. Inmerecido.

Con la desventaja a su favor, el conjunto Botellero se desordenó y a base de centros fue en busca del empate que nunca llegó. El Deportivo Maipú cosechó su primera derrota y le dijo adiós a su invicto. El torneo es muy largo, hay tiempo para recuperarse, pero la falta de definición, por ahora, le pasa factura.


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